Este planteamiento no
está exento de riesgos y tendrá que hacerse en el momento y de la
forma adecuada.
Sin embargo, es frecuente
encontrarse con personas que después de su primer enfoque
profesional, se dejan llevar por un condicionante o incluso se
bloquea, impidiéndoles descubrir nuevas situaciones laborales que se
puedan adaptar mejor a sus cualidades. Siendo una verdadera proeza el
conseguir acertar a la primera con la elección de los estudios
universitarios, o nuestra primera experiencia profesional.
Debemos ser prudentes y
plantearnos un primer tramo con el objeto específico de realizar una
buena exploración del terreno profesional y personal,y uno posterior
cuyo objetivo será la puesta en marcha del total de nuestras
cualidades hasta lograr la mejor y mayor realización de las mismas.
Teniendo en cuenta que el
mercado laboral está situado en una cumbre de inestabilidad, y que
todos estos cambios no son favorecedores, no hay que caer en esta
depresión diaria de incertidumbre y de “bloqueo”, donde ahora, más que nunca, destacar y mostrar todas tus cualidades, es la clave
del éxito.
La actitud más acertada será la contraria, tomar una actitud proactiva, donde
podemos interactuar en nuestro entorno e influir positivamente en él.
Nuestra natural aversión
al riesgo es la que nos lleva a anclarnos lo antes posible a un
puesto laboral, pero esto constituye una precipitación. Trabajar a
largo plazo supone conocer lo mejor posible ese entorno y probarnos
en distintos escenarios y así descubrir nuestros puntos fuertes y
débiles, además de perder el miedo al fracaso.
Segunda carrera
profesional
Ese entorno laboral
ideal, se puede tratar de dos formas, lo podemos hacer de forma
negativa donde abarcan todas aquellas circunstancias que no somos
capaces de tolerar) y positivamente (con abundancia de detalles).
Es verdad que el puesto
laboral con el que soñamos tiene sus inconvenientes, pero no por
ello dejaremos de ambicionarlo y desearlo. Habrá que trabajar desde
una buena estrategia para conseguirlo por lo menos intentarlo
seriamente.
No hay que equivocarse en
el planteamiento de esta búsqueda, el tiempo de exploración y
experimentación ya ha tenido lugar, y lo habremos realizado con
mayor o menor éxito. Ahora se plantea un cambio que exige un grado
de seguridad notable, pues pretendemos encontrar una carrera
profesional que sea definitiva. No se trata de explorar, sino de
mejorar nuestra situación laboral, si es posible, de por vida.
Además , es probable,
y hasta necesario-,que un coach empresarial cuente con herramientas
que nos ayuden a redefinir nuestra carrera profesional, que , no lo
olvidemos, debe ser acorde a nuestras necesidades y, sobre todo, a
nuestras cualidades personales.
**Esta nota técnica es una síntesis de las ideas tratadas por M.Vilallonga en "Progreso directivo y Coaching empresarial", El UNSA 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario